Dos.-
Sin sentido
Las risotadas sangrantes que revientan
Flacas, galgas y vacías
Como oleajes sin cuerpo,
Murmuradas metálicamente en los labios
Ruborizadas inhóspitamente en las mejillas
De rojo artificial
Crudo, parásito,
Colores que no manchan las manos
Los huesos se destiñen,
Toca y sonará irremediablemente hueco
Maniquí articulado, dotado de muerte
Que se inyecta silicona en la hernia
Para que parezca realmente piel hinchada y grave,
Pues todo está plano
Y las risas se bordean con navajas
Para que su sombra tome contorno de sombra,
Que no sea delgada, imperceptible
De animal raquítico
Sosteniéndose en su péndulo sin noción
Surcando en cada movimiento su eje
Como molino ciego en terreno de sexo y cadáver.
