Conversando con el aire con el sueño apareciste entre las letras y como una pluma horizontal era la distancia del amor.
Como estrella de aire, violenta y fugaz volviste a mi mente, a mi lado, a mis labios, a mis ojos.
Eran palabras silenciosas y no bastó sonido para morirnos de dolor.
Y un beso en mi mente hirió de nuevo el corazón.