Llevamos mucho tiempo sin hablar, reconozco que no he echo casi nada por intentar arreglarlo, por volver ha estar como antes. En este tiempo sin ti, me he dado cuenta de lo orgulloso que eres, que por mucho que llegue ha hacer por arreglar lo que fuera que nos paso, tu vas a seguir tu camino, olvidando la forma en la que hablábamos por teléfono hace unos meses.
He llegado a pensar, que quizás yo no merecía todo lo que me diste, que has sido el que mas me ha querido y yo no supe valorar nada. Tu me decías cosas que nadie me ha dicho nunca, cosas que, para ser sincera, me ponían tonta. Quizás me merezco todo el dolor que me ha causado la vida, quizás tu eras el adecuado y te dejé ir, y cuando me di cuenta, ya era tarde.
Me sigo acordando de ti cada jodido día de mi vida, a pesar de la distancia que nos separa y a pesar de que no me dirijas la palabra, te sigo teniendo presente siempre, sigo pensando en ti, sigo mirando tus fotos y las mías, las que tu me comentabas, sigo haciendo caso a los consejos que tu un día me distes. Recuerdo que me prohibiste hacer algo, que era por mi bien, y yo te juraba que no lo haría mas, era cierto, no volví ha hacerlo hasta que decidiste marcharte de mi lado.
No se si te acordarás, que hicimos planes, los planes perfectos para un día festivo, que no teníamos clases, íbamos a quedar en un punto y luego saldríamos a comer juntos, y después tendríamos toda la tarde para regalarnos todos los besos que nos debíamos. Ojalá hubiera podido realizar esos planes a tu lado, pero ya sabes que llevo toda la vida castigada, y no me dejaban salir para nada. A veces pienso en como hubiera sido ese día a tu lado, me imagino a mi, sonriendo porque soy feliz, y tu haciendo lo mismo, sonriendo, me encanta cuando sonríes, es tan perfecta esa curva...
Tuvimos tantos intentos de vernos que he perdido la cuenta, y cuando por fin pudimos vernos, era tarde para darte lo debido, para sonreír porque era feliz. Dicen que nunca es tarde para nada, pero en ese momento, lo era, era esa excepción odiosa que tanto me hundía.
A veces recuerdo las conversaciones por teléfono que teníamos, fueron unas 4, la primera estaba comiendo dulce de leche en el sofá, y llamaron mis amigas, al oír que te nombraba, entraron en mi casa buscándote. Las otras llamadas fueron casi iguales, riéndonos por todo, hasta te pasé a mi padre, y le dije que eras una amiga.
Me gustaría que supieras que nunca me ha pasado esto, de dejarme de hablar con una persona de repente, y echarla cada día mas de menos, de desear cada día con todas mis fuerzas encontrarte y poder hablarte, poder decirte que no puedo mas, que te echo de menos, que te necesito.
Bueno, creo que ya era hora de que supieras todo esto, se que lo leerás, y sabrás que es para ti, si, te lo confirmo, es para ti.
Espero que todo te vaya tan bien como te iba cuando éramos uno sin dejar de ser dos.
