Clopezn
Yo creo que más que abandonar toda ilusión y esperanza, el problema muchas veces radica en las expectativas tan altas que sobre algo o alguien nosotros solitos generamos, de tal forma que cuando estás no se cumplen, el batacazo emocional es tremendo. En cambio en muchas otras ocasiones en las que simplemente no esperamos nada, el resultado nos sorprende gratamente. Todos somos conscientes del mundo en el que vivimos, la situación en la que nos encontramos y la gente con la que nos relacionamos. Quizá el "chiste" esté en conseguir ese equilibrio entre el optimismo desmesurado y el pesimismo hiperrealista.
Buena reflexión. Un saludo cordial
16/11/18 03:11