Epistola de un Hombre
Asecinado. 4
-Que temple de mirada fria la de tus ojos, envueltos en miseria estan los sueños del pasado y amenazan tus caricias al abandono.
Alguien dijo alguna vez que los ojos son el lenguaje del alma,
sinceramente no lo creo, no quiero creerte fria y sin lagrimas.
¿Te daz cuenta mujer?
Aqui no hay nadie, aqui no existe nada.
Si solo pudieras darte cuenta de que nisiquiera es cierto que te quiero podria querete aun mas.
Mira el atardecer dice tu nombre,
dice tu cuerpo y tu estas callada,
que poco me importas cuando no dices nada,
que poco te siento (tal vez demaciado).
¿A donde te fuiste? ¿donde quedo tu verdadero yo?
Tal vez te caiste de tu cuerpo sin darte cuenta
o te perdiste un dia que saliste a caminar en la saliva.
No lo se, si pudiera decirte "estas" cuando estas tan ausente.
Y la vida se vuelve cuestion de tiempo y el tiempo cuestion de vida.
