Quieren tener muchos amigos, quieren ser populares. Olvidando que sólo cuando hay poco de algo es cuando se valora.
Creen ser los mejores, creen tener razón en todo. Pero no piensan, que si se la dan siempre es por estar rodeado de bobos.
Bobos sin personalidad que siguen a personas como si fueran su religión. Que para ser persona no solo se necesita pensar, sino un poquito de cordialidad.
Cómo van a ser los mejores, si con cada persona tiene un argumento distinto al que tiene con la anterior. Si no es capaz de disfrutar del un argumento distinto o una crítica constructiva. Están tan acostumbrados a que todos les digan que si a lo que realmente es que no, que ven enemigo al que le lleva la contraria.
Estas son las personas tan maravillosas que hay en el mundo. Personas que manejan y personas marionetas. Menos mal que aún quedamos algunos guerreros que preferimos ser odiados por lo que somos que ser amados por lo que jamás querremos ser.
Todos tenemos criterio, pensamiento y argumentos. Úsenlo.
Olvidamos que por mordernos la lengua, no conseguimos cambiar el mundo.
