Tu corazón, ritmo cautivo de mi pensamiento,
Mano y tacto, juego y viento,
risa en la nostalgia y después,
el momento de ser amor sin saber.
Dibuja un atardecer,
difuminado; sin nubes que oculten la dicha.
Leve en el trazo, la risa del deseo.
Volver a nacer entre las brisas.
¿ Por qué no estás ? Te veo.
Mi pensamiento es un juego donde creces.
Ausente, presente en el deseo,
y una vez más...en ese cielo,
que dibuja tu atardecer.
No te alejes mucho.