Esa parte de mí que es tuya.
A Chay:
A veces te quiero y a veces también.
Esa parte de mí que es tuya.
En los alones de gasa de este mi ensueño
y las supinas hebras de tus ojos
aparentan cimbras de abenuz,
por atender los pulsos
de tu alma desazonada
al recostar tu inmóvil
sentimiento sobre mi pecho.
¡Diera, alma mía,
cuanto poseo,
la luz, el aire, la vida
y el pensamiento!
Por tener un segundo de tiempo
una caricia tuya, un te quiero,
verdadero.
Cuanto se incrustan tus sentidos
en una incorpórea substancia
y tus labios irradian
de un retozo involuntario,
que averiguar tu frente quiero
ese sigiloso pensamiento
que transita tal el celaje
del piélago sobre el vasto espejo.
¡Sirviera, esencia mía,
todo lo que codicio,
la boga, el ruego,
el deleite, el genio!
Callan tus besos
y se acelera mi jadeo
y tus pómulos se incendian
adosas tus ojos fuliginosos,
por advertir entre las extremidades
irradiar con jugoso fuego
la violenta centella que nace
del cráter de los deseos.
Diera, esencia mía,
todo lo que tengo,
la esperanza, el hálito,
la tierra, mi cielo.
Se acaban los adjetivos calificativos con usted Señor Polaris, esta es otra de su obras maestras, y las fotos, no encuentro como calificarlas, debería un día como ya le dije enseñarme como lo hace, supongo que debe ser difícil, solo me queda resaltar su gusto exquisito por la elección, las fotografías solo hacen resaltar el poema, hacerlo más grande.