La boca cosida.
Este libro termina aquí. Ha nacido
de la ira como una brasa, como los territorios
los bosques incendiados, y deseo
que continúe como un árbol rojo
propagando su clara quemadura.
Por fin, soy libre adentro de los seres
Entre los seres, como el aire vivo,
y de la soledad acorralada
salgo a la multitud de los combates,
libre porque en mi mano va tu mano,
conquistando alegría indomables.
Libro común de un hombre, pan abierto
es esta geografía de mi canto
y una comunidad de la labradores
alguna vez recogerá su fuego,
y sembrará sus llamas y sus hojas
otra vez en el arca de la tierra.
Y nacerá de nuevo esta palabra,
tal vez en otro tiempo sin dolores,
sin las impuras hebras que adhirieron
negras vegetaciones en mi canto,
y otra vez en la altura estará ardiendo
mi corazón quemante y estrellado.
Así termina mi desaire gritado
perseguido, cantando bajo
las alas clandestinas de mi patria.
En el día de hoy, en este este año,
sobrepasado el siglo de vida
soy extraño en mi tierra,
y mudo dejarme desean.