Puedo volar
En las entelequias de la azotea en la niñez,
cuando aquellos aviones plateados,
hicieron de mi un sonador de mundos,
busque en mi interior y me sobrevolé,
encontré dentro de mi dos alas que me impulsaban,
más allá de lo que mi propio padre sabia,
con la razón por mano y el corazón como emblema,
una noche oscura llena de estrellas decidí: volar.
Todo los que estos ojos han visto desde las alturas,
me induce a creer que hay otros seres esperándonos,
que cuando se acaba un amor hay otro velando por el tuyo,
que la vida, sencillamente es hermosa, hermosa si se ve desde el cielo.
Desde él no hay fronteras estúpidas, no se ve la estupidez humana,
ni la aquiescencia de los poderes que no significan nada,
lo anquilosado de nuestra existencia se diluye desde el firmamento
haciéndonos la pregunta si deberíamos aterrizar sobre lo azul, o lo marrón,
nada indica desde aquí arriba que haya seres que son capaces de lo mejor,
pero también de lo peor, desde el cielo todo es puro, limpio, sincero [,,,]
Puedo volar sobre las almas que no tienen codicia, son como alagas luminiscentes
que brillan en la oscuridad y te indican el camino a casa,
a la morada donde una vez con miedo decidiste saltar del nido,
y aquella primera vez, y aquel sentimiento te marco para toda la vida,
pues volar es alcanzar el cielo de las esperanzas olvidadas,
entrelazarse con el tiempo futuro pasado y presente,
visitar la misma morada de la creación, y saber sobre todo:
¿Saber quién eres?
Puedo volar, después de tanto tiempo he regresado a mi nido,
no tengo miedo, he vivido, he sido lo que quería ser: un pájaro libre[,,,]
Puedo volar y he volado, he volado[,,,]
