mariquena se manotéo la zorra pero no pasaba nada. se sentía salvaje pq la lluvia amenazaba pero no caía. las gatas tb se sentían inquietas. una vagaba por ahí la otra se había acostado a dormir en su cama nocturna. eran las dos de la tarde y después de meterse tres líneas tomó la ametralladora y una bomba y las metió en un bolso grande y se vistió pa salir y salió, tomando las llaves en un gesto impensado.

qué paja, qué gran paja tener que saludar. este caramono del quiosco me sonríe pq cree q tengo dinero. y lo tengo. esta perra de al lado... madre y abuela.... si quisiera te mataría ahora, pero tengo humanos más chicos que freír. grasa de bebés.

se fue a la escuela primaria, entró a la sala cuna, decoró de balas las jetas grasas en sus camitas y de ahí corrió al jardín infantil, que estaba saliendo, lleno de madres extáticas recuperando a los críos que nunca debieron dejar en primer lugar.

rezó su rosario plúmbeo en los cuerpos menos añosos y luego tomó el cóctel en sí, una vez hubo calculado que pokas kedaban.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos