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Sociedad, Religión, Sentido

El mundo occidental se encuentra en un dilema.

Ha perdido a sus sacerdotes, y reemplazarlos con siquiatras es como reemplazar al cónyuge por un “trabajador sexual”, que es lo que de todos modos parece ser el próximo paso.

Las “parejas” se forman por impulso y así mismo se separan; los hijos son un subproducto social/sexual, las más de las veces inesperado, un problema que legisladores y servicios sociales saben cada vez mejor cómo manejar.

No se casan con las familias, sino a pesar de ellas; individualismo llevado al extremo, que produce matrimonios de farsa, frágiles como pompas de jabón.

El sacerdote les decía a los novios:
De ustedes depende todo. Este lugar donde están parados es un umbral. Aquí ustedes recogen una recompensa, la recompensa de su felicidad. Es la recompensa por haber sido fieles a su corazón, que les indicó que estaban hechos el uno para el otro, y ambos para nuestro mundo; y que les hizo venir ante el sacerdote para confirmar ese hecho.
Y desde aquí ustedes se dirigen a crear un nuevo mundo, mediante sus hijos. Ustedes son dos estrellas que por este acto del matrimonio se convierten en una sola; en una estrella fértil, capaz de producir incontables estrellitas más, primero a través de sus hijos, luego de sus nietos, y así sucesivamente. en todos sus descendientes van a vivir ustedes; aunque ustedes dos mueran, este encuentro que celebramos aquí y ahora seguirá viviendo en la sangre de ellos, que sin ustedes, sin la decisión y la visión del corazón de ustedes, jamás habría existido.

Perdido el sentido del matrimonio y monetarizada la confesión, el occidental sin raíz y confuso se pierde en mil aberraciones, pierdetiempos y distracciones del espíritu.

¿Por qué todo esto? Desconfiemos; sabemos que la historia popularmente accesible está falseada; que la desconfianza sea pues nuestro método histórico. Un sólido sentido común hará el resto.

No hubo una época dorada de paganismo, que fue suplantado a sangre y fuego por la xtiandad; lo fuerte no se rinde a lo débil, y el poder real no aguanta quemas en plazas públicas.

Del mismo modo ahora, la religión siquiátrica (por darle un nombre) no es el mal venido de lejos que se alza para suplantar a la "verdadera religión". No; si suplantamiento alguno ha ocurrido jamás, es el de lo débil por aquello que le supera en fuerza; y la fruta podrida del xtianismo tiene bien ganado su deceso.

Si la suplantación presente delata a la de antaño, lo débil no advirtió tampoco entonces el peligro; vemos a los sacerdotes xtianos recomendando siquiatras, en vez de denunciarlos.

En tanto, de las no-familias surgen seres sin identidad. Bastardos de matrimonios legales pero no legítimos, en su sentido trascendente. Seres sin responsabilidad, eternos niños, de visión limitada, cuya frase predilecta es “no sé”.

Se alienta a estos bastardos a “explorar su sexualidad”; no sólo a realizar el acto procreativo sin posibilidad de procreación sino con múltiples amantes, incluso de su propio sexo.

La confusión producida en las emociones por estas prácticas sexuales solo es comparable a la que causa la experimentación recreativa con sustancias sicotrópicas, otra práctica alentada casi tan abiertamente, escudándose en los márgenes de la cultura y desde allí ganando voz y credibilidad.



Pero en ausencia de épocas doradas de virtud, entonces, ¿cuál es la referencia?

Su recuerdo, o su sueño si no las ha habido, aletea en el corazón, vivo. Es un magneto, un sur, o un norte.

En fin, todo empezó por la separación del amor de pareja, que produce hijos, y el amor romántico, que no tiene en cuenta a los hijos (y es el de las canciones, poemas, películas y, como resultado, el que inunda la percepción y asienta el ideal de los niños).

En los medios, ellos promueven “la familia” como solución al aislamiento y prevención de la locura; pero no explican por qué se abandona a “la familia” en primer lugar. Y es por la falta de dioses. La familia no sustituye a la falta de religión. Sin religión no hay sentido; ni para la familia ni para nada en la vida. Si no se tiene familia, los dioses otorgan toda la protección que hace falta. Pero no al revés.

Está todo tan podrido y perdido, que la única reacción natural es ir con el sinsentido; no interesarse, no comprometerse, perderse también.
Un mundo donde se ataca a las religiones desde todos lados, y se recompensa a los niños llamándolos "inteligentes" si las rechazan; sin embargo no se les da nada a cambio de ellas.
Un mundo en que los guerreros se ubican en el segmento conservador o inculto de la sociedad, ya no llevan bellas armas consigo, usan el pelo muy corto y van enfundados en uniformes, la antítesis de la individualidad y de la inteligencia. En vez de ser inteligentes como el Aire, son bastos.

La basura ataca muy temprano. Está en todas partes: en los chistes groseros. ¿Cómo sustraerse a eso? Y reírlos es aceptar la visión de mundo que conllevan, sin ideales.
Del descuido nacen todos los males sociales. Los parásitos atacan lo que es frágil y está descuidado. Se disfrazan de artistas y de pensadores. Nada hay de personal ni libre en ellos: promueven una agenda. Y cuando se les denuncia, contraatacan desde todos los frentes, incluso tergiversando los datos denunciados, a fin de desaparecer en la confusión.

Igual que los médicos tapan los síntomas con remedios, no se incita a la gente a remediar con virtudes sus vicios, sino con curas. En vez de moderación contra la glotonería, proponen dieta y ejercicio, dos cosas insostenibles porque son externas; aditamentos en lugar de necesidades.

Pomeraniawarchild22 de febrero de 2008

5 Comentarios

  • Mejorana

    Qué buenas e inteligentes reflexiones, Pomerania. En adelante seguiré leyéntote ahora que te he descubierto gracias a mi amiga Briseida.
    Un beso

    22/02/08 11:02

  • Barandica

    Pomeraniawarchild es el reflejo de una sociedad agonizante. Tratando de revivir nuestra sociedad que cada vez más se contradice...

    29/02/08 01:02

  • Franco

    buiena reflexion hay partes que no comparto pero muy bueno

    20/03/08 05:03

  • Adriel

    Primero creí que era irónico, que tratabas de mostrar la cómo piensan los retrógrados conservadores ultracristianos, pero cuando ví que decía "ensayo" me entró la duda.
    Si es una burla me parece excelente.
    Si es en serio, no tengo palabras para describir el desprecio que siento por la gente que piensa así; hiciste buenas observaciones, pero en mi opinión no relacionaste bien la causa con el efecto.
    Saludos.

    04/05/08 03:05

  • Adriel

    Perdón por el "la" de más.

    04/05/08 03:05

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