Como si me adentrase en una fortaleza invisible, atravesaba los ramales con un presentimiento que
poco a poco se iba tornando realidad. Había llegado al punto de encuentro. Podía escuchar a los
lobos...
Como si me adentrase en una fortaleza invisible, atravesaba los ramales con un presentimiento que
poco a poco se iba tornando realidad. Había llegado al punto de encuentro. Podía escuchar a los
lobos...