He sido una auténtica ignorante... contigo, conmigo. Tantos años, y no me había dado cuenta... de que te quiero, de que te tengo que querer. Sí o sí. No por nada, sino por mi propio bien... porque si no te quiero yo...
Voy a ser sincera. Ha habido veces en las que te he odiado, que no he querido saber nada de ti, que te he echado toda la culpa, y seguramente muchas veces sin merecerlo. Mi toxicidad y yo comparándote una y otra vez, dudando, y sin confiar ni un poco en ti. Ya sé, ¿por qué si tampoco me has dado razones?
Y no es que hoy por hoy todo haya cambiado drásticamente y ya esté bien, esto requiere un tiempo, y sé que nos lo estamos dando. No doy pasos de gigante, pero al menos sigo caminando (aunque sí, me entretengo de vez en cuando, o me canso y me detengo un rato...).
Tengo tanto que agradecerte pero que sólo por ser tú no lo hago... eres quien más me conoce, quien más me escucha (bueno, a veces), quien más aguanta mis tonterías. Sin embargo, a veces eres a quien menos elijo, en quien menos pienso, y a quien menos perdono o comprendo.
Así que, con el tiempo, seguiré alimentándote, amor propio, para que esto no sea un simple amor esporádico, sino mi amor verdadero.
