En el fondo te envidio, pero aún más la envidio a ella que está recibiendo todo lo que en su día recibí yo, eso que sólo tú sabes dar, un sentimiento por el que mataría. Tú has rehecho tu vida, has sido capaz de empezar de cero con otra persona sin pensar en todo lo que vivimos, has sido capaz de tomar un nuevo rumbo y de ser feliz. Pero, ¿por qué yo no? Perdí el equilibrio cuando te fuiste y he sido incapaz de refugiarme en otra persona para encontrar toda la felicidad que necesito, toda la felicidad que me llena plenamente, esa que sólo supiste darme tú. Y es que a veces creo que mi vida no ha tenido sentido desde que te fuiste, que al fin y al cabo, amor de verdad sólo hay uno, y el mío sin duda fue el amor que tú me diste, y pienso que si no eres tú no será nadie, que soy incapaz de recuperar el equilibrio por mí misma, de seguir mi camino si tú no estás a mi lado, porque aún no ha existido nadie capaz de darme lo que tú me diste, nadie me ha podido hacer feliz ni llenar de esa forma… Porque en el fondo aunque me cueste reconocerlo sigo enamorada de ti, como el primer día o incluso más, aunque ha pasado mucho tiempo tú sigues dentro de mí, aunque ya ni hablemos te siento como el primer día, pero también con el tiempo he asumido que no volverás, que tú si eres feliz y ya no me necesitas contigo y no te juzgo porque al fin y al cabo nadie puede adueñarse de la vida y de las decisiones de otra persona, porque tú decidiste acabar definitivamente con todo esto y tengo que respetar tus decisiones, pero la verdad, no creo que nadie pueda llegar a hacerte ni la mitad de feliz que podría hacerte yo si volviéramos a intentarlo una vez más. Sé que eres tú o ninguno y espero que algún día puedas darte cuenta.

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