Llevo tiempo en el que mis pensamientos son una pesada losa sobre un alma que desea volar libre pero olvidó como hacerlo, tengo abandonada la esperanza y rota la voluntad, mirada perdida y lamentos ya sabidos que me acompañan por doquier.
Hoy estuve donde nace la magia, donde volví a sentirme en el juego, pensando que podía ser atractivo que no todo había muerto, estuve compartiendo momentos contigo y por primera vez en mucho, senti calor donde había gelido frio.
No son más que espejismos lo sé, pero es mucho más de lo que he probado estos meses donde he vagado por un infierno de autocompasión forzosa y dejadez, es un brillo, un atisbo que se queda en nada y seguramente me hará pensar en muy poco que he sido por pensarlo siquiera un iluso, pero me da igual.
Te he mirado y he notado estallar el universo como si fuera el big bang, noté ilusiones desde mi profundo abismo y desee volver a la luz, ojalá lo consiga y no me pierda cuando las espinas hieran mis pies.
Donde nace la magia me has llevado con pequeños gestos, con calor que harán de fuego letras en mi mente para que siempre te recuerde, aunque no sea nada más que un pinchazo, lo he vivido, más de lo que puedo contar en mi historia reciente.
Ahora pretendo empuñar mis armas tanto tiempo oxidadas, para que mis músculos recuerden como se hacía, volveré al juego si puedo, espero que esta vez haya buenas cartas, no sería justo retornar con derrota del lugar donde nace la magia.
