El Viaje.
He regresado de un viaje que ha sido mucho más de lo que en sí mostraba en un principio, donde se preveía ver lugares desconocidos y construcciones hermosas encontré destellos de mi alma y energía que pensaba ya no existía.
Viajé a Sicilia, lo hice con el lastre de penas acumuladas, con el cansancio de quien no puede cambiar su estrella y alli descubrí que la todo puede cambiar si esperas.
He contemplado monumentos impresionantes, caminé por las calles de Palermo, practicando mi pobre italiano, admirando todo lo que mis ojos no han visto jamás, sus costumbres y su belleza, impregnando mi corazón con sabia nueva, maravillandome de su catedral o de sus palacios.
Quiero contar que estuve en monreale viendo su catedral, comprando las marionetas típicas de Palermo, andando entre sus calles y gentes amables, que me trasladé a Sagesta, Selinunte, o Agrigento para mezclarme entre sus ruinas y templos griegos respirando historia a cada paso y sentirme afortunado por retenerlo en mi memoria, por rememorar lo escrito en las páginas del tiempo.
Visité Erice, con su fantástico castillo, iglesias, murallas y sobre todo increibles paisajes donde se mezclan los azules distintos de los mares que confluyen, aspirando aire puro.
Conocí personas, degusté pizzas, pasta, entrantes, disfrutando cada instante, riéndome junto con todas las demás personas que me acompañaban en la aventura.
Resulta que a la vez que cruzaba parajes, me deleitaba entre ruinas e historia, renovaba mi ser y mi ánimo para volver a la lucha, quizás no más fuerte que antes pero sí con más ganas.
Ese ha sido a grandes rasgos mi viaje... la magia la guardo para más adelante.
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Norah
Conocí personas, degusté pizzas, y espero leer esa magia OK, beso.
10/03/11 05:03
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Rasek
gracias norah como siempre
10/03/11 09:03
