TusTextos

Oceanos

Sin darnos cuenta mientras el tiempo avanza sin compasión alguna, nos movemos por oceanos que rigen nuestra vida de manera caprichosa, formando universos desconocidos e impredecibles que sumados, darán como resultado nuestro destino.

Hay quien se mueve por ellos con tanta soltura, con tal aplomo que despierta una envidia sana, una admiración callada con el creciente anhelo de poderlo hacer yo mismo algún día.

Hay miles de Oceanos y para cada persona son distintos, quizás lo que para mí lo es, para otra persona no signifique nada más que un pequeño lago que apenas rozá el casco de nuestro barco.

Por mi parte mi primer oceano se compone de sabanas suaves y mantas que dan calor donde cada día me despierto y cuando extiendo la mano, solo encuentro el vacio y navego por él pensando si podré llegar a compartirlo, surcarlo deshaciendolo en pasiones interminables que lo conviertan en un paraiso, no en una carcel de seda y frio.

El segundo es el mundo exterior, que complicado es saber que navío es amigo o enemigo, porque se alejan o se acercan a su antojo sin previo aviso, sin normas, sin banderas ni explicaciones, solo sucede y sin entenderlo a veces choco porque voy en dirección contraria y otras simplemente sigo el mismo rumbo, para perderme y volver a mi puerto con la sensación de que algo equivoqué en mi camino, en cambio otras veces cuan pirata el botín se me hace justo y merecido.

Hay un tercero que se torna oceano cuando me adentro en mis pensamientos, la experiencia me ayuda a buscar cada vez más zonas de calma pero no podemos evitar eternamente las tormentas en forma de errores, dudas o pecados, lo que nos preocupa que nos zarandea con salvaje violencia sin preocuparle el momento ni la conveniencia.

Y por último el oceano de nuestras metas, ese que se llena de sueños, de brillos y amores pero también de problemas, el más complicado de todos ya que Poseidon se burla constantemente, poniendo pegas y pruebas a cada paso, si alguien dijo que la vida es eso que sucede mientras nosotros planeamos, es él, el dios de los mares quien a medida que buscamos puertos, nuestros objetivos, nos pone piedras en el camino, olas y tempestades, quien sabe si para hacernos más fuertes o para recordarnos que no somos nada.

Es en este último donde yo me pierdo definitivamente, veo todas las rocas, una y otra vez embarranco teniendo que repararme para seguir adelante, sabiendo que una vez pase todo, el horizonte me espera con todo el esplendor que para mí, llega muy tarde.

Todo esto para luego volver al oceano de sabanas y mantas, anhelando caricias que endulcen el viaje, besos que me hechicen como cantos de sirenas y amores que fijen mi ancla o guien mis velas.
Rasek16 de enero de 2011

2 Comentarios

  • Nusky

    El arte de la palabra es tuyo; realmente me encanta :)

    16/01/11 09:01

  • Rasek

    realmente aqui hay gente que escribe fantasticamente, me alegro de que te haya gustado el texto, pasate cuando quieras, gracias por leerlo. besos.

    16/01/11 10:01

Más de Rasek

Chat