El viento helado, los cielos grises, el vapor saliendo de las bocas... Me hacen recordar los tiempos olvidados, donde las únicas fuentes de calor que podían cubrir mi cuerpo eran tus brazos, tu cuerpo, tus labios. Sin embargo ya el tiempo está haciendo lo suyo y lejos de dejar de sentir frío, empiezo a adaptarlo como parte de mi, sin más opciones por el momento, sólo estoy esperando el fin.