Texto 7
Amo esos colores que se tornan en el cielo, esos colores tan hermosos tan cálidos y mágicos. Pero, lo más bello de ellos es el poder mirarlos a tu lado, el poder tomarte del brazo y decir "mira, el cielo" mirarte a los ojos, sonreír y regalartelo (metafóricamente).
Esas son las bellezas de la vida, las cosas cotidianas que me hacen amarte cada día más, el romanticismo que nos brota por los poros y nos hace querer vernos diario.
Me gusta que me quieras, me gusta que me pienses, que me llames ¿y, sabes por qué? Porque se que soy correspondida, yo sé que sabes que si me dices que me vaya, no lo haré. Sabes que siempre estoy contigo en las buenas, en las malas y en las peores.
Y sobre todo porque amo el único pago que debes darme por mi incondicionalidad que es el dejarme descansar en tu pecho con la tranquilidad de que ahí estás tu.
