Voy a dejar de ensayar delante del espejo, con gestos insignificantes
incluso lágrimas de miel, es hora de ensayar en la vida que desangra mi alma,
pondré una venda, la amarraré y saldré adelante.
No te caigas cielo que con tus luces empiezo un camino en la oscuridad, subiré
los montes y bajaré al mar, allí encontraré mi hogar, grito alto, descubriremos estrellas
y alejaremos los miedos.
Una carta con firma, dirigida,,,a mí misma.