Un misterio, permanece en el anonimato, deambula por campos estelares, bebe y fluye como un río desbordado, no tiene firma, no tiene nombre, su intensidad deja marcada el alma de los despiertos ese día que lo vieron.
Su enigma, su refugio es la magia, la imaginación.
Entrelazando dedos al sol, al viento, a la eternidad, al universo infinito, los deseos fluyen y se van.
Nos iremos todos, cruzaremos la inmensidad hacia lo desconocido.
Alma no sufras más, no inquietes con tu afán, descansa ya, no hay motivos para cavalgar más.