Sin amargura, con ilusión, una imagen provoca
las ráfagas de sensaciones como explosiones de vidas,
la sed es capaz de doblegar mi alma, para modelarla, para aniquilarla.
Deseo beber ese agua tan necesaria en mi paladar, gajos de sabor, que no
son ajados por el tiempo.
Olvido las horas, que muertas se abarrotaban en el trastero de mi interior.
Escribo con calles impregnadas de sorpresas, de placeres callados, distraidos
por la confianza arcaica que un verso es una enciclopedia y una vida destila
un equilibrio que colecciona saberes.
Un bohemio callar, una rara especie de encanto penetra entre la niebla mental
con las experiencias, a medio camino entre la realidad y la ficción.
Mirando la lluvia me hace pensar,
que el día que muera estaré ojeando la vida,
a través de un arma cargada con nostalgias,
con amores no tenidos, años no vividos.
No necesito la ciudad,
no necesito terapia.
No necesito un paracaídas para tirarme,
yo vuelo con la imaginación,,, y déjame contarte.

ReginaSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos