Hoy, después de tantos vientos y tempestades, he
murmurado como suave brisa,,, tu nombre.
Sonrió mi alma desde el cielo , vibró mi ser al evocar
la sonrisa de tus labios, esa fina seda que en el recuerdo
vacío, al no existir, y el fugaz beso que mi mente inventa y
acaricia dulcemente mis sueños.
Liberé con pavor esa idea, al no poder adentrarse en una mirada
que suscita una herida.
Soberbia idea, que alza vuelo, altiva y orgullosa,
sin saber, que grabado a fuego en profundas huellas
se adentra en mi ser.
Largas noches en silencio dichosas, las ideas empapan con orgullo,,,
el sueño.