Puedes llamarle limerencia
A esta epifanía iridiscente
Días de llanto en noches bohemias
La plenitud del invierno y el frío hastío del verano
El funambulismo de las yemas de mis dedos
Despeñándose por tu hábito taciturno
Me estoy volviendo noctambula
Por huir de ti en mi mundo onírico.
Tu respiración meliflua
Mi mayor serendípia
Nuestro amor etéreo y sempiterno
Sin fin ni comienzo
Mi mayor ataraxia