Adornando el esplendor
De un vaivén indecente
Inconstante,
Iracundo
De lo que dice haber sido
No se dilucida nada
En el poso de esta taza
Que un día fue café
Mece el aire
La Luna mira
Armonía melódica
En nota disonante
Los sueños dromómanos
De un nigromante
Fátima ya no tiene manos
Las llevamos colgadas sobre el pecho
Cayó el cuco del nido
Y nadie voló sobre el