Perderse entre colinas de olvido,
Que de forma cualquier tinta.
Se escurre la primera gota,
Solitaria
Por esta piel de marfil
Nacen entre mis pestañas
Flores del mes de abril.
Pupila negra,
De tinieblas
Cuerpo, piel y huesos
Alma de maniquí,
Casi no deja espacio.
Poético, casi ilógico.
Ahora el reloj ya no importa
Ni la tan inexplicable forma de su existencia
El tiempo corre
Y no son los segundos
Los únicos que escapan.
No se por qué este poema me ha hecho sentir dentro de mí la anorexia, el dolor de un jilguero que quiere escapar de una jaula y no sabe como hacerlo. No se como lo haces, pero tu poesía, siempre consigue atenazar mi corazón y apretarlo fuerte.
Un saludo.