Un rió angosto, una calle roja y el viento seco son los únicos testigos del llanto de Katia. Ella llora por vos y por mi, ella vio el futuro. Solo ella sabe la desgracia que nos espera, nadie va a ser capaz de sobrevivir al invierno crudo que se avecina. Rodeado de lobos hambrientos nos encontraremos y pensaremos que es el fin.
Un rió angosto se bifurco, una calle roja se tiño de blanco, y el viento se detuvo por la sorpresa de ver a la chica lanzar una sonrisa sincera debajo de sus lagrimas. Ella vio el futuro y vio que el fin es solo otro comienzo.