Cada tarde, luego de la escuela, iba a la casa de mi abuelo esperando ansiosa sus historias.
Él me esperaba en su sillón junto a la estufa y yo me sentaba en su regaso observandolo atentamente y esperando un gran relato.
Me contaba como eran las cosas en su época: los juegos, el barrio y hasta la escuela, no había nada que me gustará más que escuchar a mi abuelo.
Cuando era hora de irse a casa, mi abuelo me llevaba por un cendero muy especial donde había un vivero lleno de flores, unas casas pintadas muy lindas y un arroyo cristalino y hermoso.
Los fines de semana mi abuelo llegaba a casa y me preparaba su famosa torta de manzana.Luego me llevaba a la plaza y charlaba con los otros abuelos mientras yo disfrutaba de los divertidos juegos.
Una tarde de sábado lluviosa esperaba mi abuelo mirando hacia la ventana, pero parecía no llegar.
Tu abuelo no podrá venir hoy.-Me dijo mi papá.
Pero él siempre viene, aunque llueva.-dije.
Tu abuelo no vendrá porque no puede levantarse de la cama.Vamos a verlo.-
Me puse mi campera y fuí a la casa de mi abuelo pero cuando llegué me dí cuenta de que nada era igual.
Mi abuelo estaba en la cama mirando hacia la ventana con una cosa extraña en la boca que se conectaba con un tanque de oxigéno, no podía moverse.
El lunes luego de la escuela fuí a su casa y no había nadie así que regresé a mi casa.
No había nadie en la casa del abuelo.-dije a mis padres.
Tu abuelo falleció anoche.-explicó mi mamá.
Nunca olvidaré a mi abuelo y aún después de su muerte tendré sus recuerdos en mi corazón, sé que él está en un lugar mejor ahora y eso es lo único que me mantiene viva.Nunca lo olvidaré, estos son los recuerdo que tengo de mi abuelo.
muy lindo, está genial