Un tesoro yacía sobre la superficie
tan polvoriento desván del recuerdo,
su magia muerta por la deshonra virginal
fue la caída del pez a los brazos de una pulpa madura,
tan creciente fue el agua que corría por sus entrañas
que oscureció el umbral de su lealtad con un gran tampón de humo,
fue como un mar de enormes olas que se provecho
del tumulto y la duda para ahogar la simple sospecha
con la hipocresía de unas lagrimas fingidas ,
culpando al inocente con sus propias culpas.
lealtad pedían sus falsas lagrimas, con los ojos a chorros
disfrazaba el arma entre sus sesos idas y venidas
de un cerebro capaz de ejecutar al estorbo con la mirada,
sus celos se convirtieron en fabrica de miel acida
tan dispuesta a venir por la mañana para embarrar
el agua del signo piscis mientras la semilla gritaba
en llanto desde abajo de la tierra sin ser sentida,
desde entonces noches de gala corroyeron los oídos del
gran pez que desorientado solo dormía para encontrar en sus
sueños la doncella dulce que perdió por culpa
de aquella sonriente araña.
Araña que destruyo el hogar de un tesoro atolondrado
que partió a la tristeza sin decir ni un adiós , tan confuso
por la telaraña entre sus sesos, eludía la fabrica del celo de aquellos
ojos hambrientos que deseaban aquella figura fue grande la araña tejedora
experta en los hilos de falsedad pura señora que busca ser víctima
ante el victimario, cubriendo de negro hollín los ojos de signo mar y tierra ,
su embrollo de telaraña causo la muerte de un emotivo mortal,
apuñalando por la espalda a los dos eso es trampa bizca araña
es una gran victoria deshonesta en su guerra
sucia de vileza cruel telaraña.
ROMINA CAVERO.
Nunca podrás sembrar felicidad a costa de lagrimas inocentes
porque esta jamás florecerá y menos te dará frutos