Hoy me canse de estar solo e invite a Dios a caminar,
Al principio no teníamos mucho de qué hablar,
Las palabras salían entre cortadas como navajas deseosas de partir el aire;
Entre regaños, pleitos y reconciliación por fin llegamos a un acuerdo.
Hoy me canse de mi soledad e invite a Dios a caminar.
Yo acepte sus condiciones y el las mías.
Como dos enamorados poniendo reglas al romance, Dios y yo llegamos a un mutuo acuerdo:
Yo acepte no ser tan testarudo y menos colérico,
El acepto no castigarme tan seguido y bendecir mi soledad.
Tengo que admitirlo: Dios, ¡es un Tipo Fenomenal!