A veces las personas que tenías en un pedestal, en lo alto de la estantería o colgadas como lámparas del techo te fallan, te la clavan por la espalda y empiezan a ponerte a caer de un burro por ahí, a tomarte por loca y vete tú a saber que gilipolleces más.
Lo das todo por ellas y te preguntarás, ¿para qué? pues mira, para sentir que lo has dado todo por la persona que te importa, para hacerte saber a ti mismo que tienes lo que hay que tener y no ser un puto bloque de hielo, y sobretodo porque tienes corazón.
Y a las malas lenguas, que les den, pero bien duro y de fondo bien alto una canción de reggueton.
En fin, rastrero y ruín. En tu salsa
Sagutri. buenisimo, me a pasado demasiadas veces.
saludos