Oh Aníbal el tuerto !
Jamás de los jamases acorrales a un Escipión ,pues bien es sabido que cuando están contra las cuerdas se vienen arriba y salen victoriosos de la situación es más desesperadas !!!
Un abrazo de Caya Paula Augusta.
24/09/15 02:09
Bah...¿para que Carolinas? Aunque es verdad que todavía está de buen ver, como decían en el anuncio de detergentes de hace tantos años, mejor una asturiana. Donde va a parar. Me has hecho reír. Un beso
24/09/15 04:09
Paulitinamente...tienes razón,y además tuvo valor para escribir un epitafio en su tumba despreciando a los políticos(no nada nuevo bajo el sol): "Patria ingrata,no posees ni siquiera mis huesos".
Un abrazo de Cornelio.
Carlos
24/09/15 04:09
Beth, una vez que cayó el mito me desinteresé. Recuerdo perfectamente al funcionario que casi me manda fusilar ..pero me dio su palabra de entregarle una carta. Más se perdió ella ja ja.
Un beso
Carlos
24/09/15 04:09
carlos, la verdad que hay palabras que no entiendo, pero me has hecho reir
cosa que últimanente no hago muy seguido.
un abrazo cuidate
24/09/15 09:09
Nirma...Gracias, no sé si te refieres al juego de la peonza o trompo (un juego muy popular entre los chicos
...nunca vi a una chica jugar a la peonza).La peonza era dr madera y forma y tamaño similar a una pera
pero por extrmo final posee una púa de hierro (acero en mi caso...de ahi la trampa
Para girar la peonza se enrollaba a una cuerda por la parte contraria a la púa y luego se lleva hasta la punta o púa, enrollándola casi hasta la mitad del trompo y con el extremo de la cuerda que quedo libre, lanzabamos la peonza hacia el suelo para conseguir qur rotara sobre si misma manteniéndose erguida y en definitiva bailando en el suelo.Los jugadores marcabamos un círculo en el suelo de dos metros de diámetro..
Luego cada jugador tiraba sobre el centro del círculo su peonza la vez que con la cuerda procurabas llevártela fuera del círculo marcado. Si lo conseguías estupendo ya habías ganado, en caso contrario, tenía que dejar que la peonza se parase. Si al pararse quedaba dentro del círculo, los demás jugadores tiraban de nuevo su peonza para hacerle una muesca con la punta afilada de ellas.Si con uno de estos golpes se conseguía sacar del círculo, quedaba libre y terminaba el juego. Yo..con aquella arma de destruccion masiva que me fabricó mi abuelo era invencible.
Al menos te hice reir que es muy sano.
Un beso
Carlos
24/09/15 11:09