Los nombres
que iluminan la vida
pueden se trampas
que fascinan.
Nudos en una historia
que más tarde
se vuelven corredizos.
Los nombres
pueden ser como un café
que te sirven al alba
con una sonrisa
en la boca de un cráter
donde las palabras
no caminan.
Los nombres
algún nombre
el tuyo
el mío
el de aquellos que quiero
los que llevan años
a mi lado
y que a mi muerte
seguirán siendo míos:
los de ahora
los de antes
los de siempre
los que a veces he dañado
o he perdido por mi culpa
pero al menos
son cánones
y no luces de neón
entre la niebla.
Carlos. Todos mis nombres
17 de febrero de 2015