De nuevo has regresado
como sucede siempre
que no esperas.
Los dos teníamos la misma edad
cuando nos peleamos
en estas mismas calles
¿Lo recuerdas?
Me pregunto el por qué
las manos que añoras
el tiempo y la distancia
las devuelve al mismo sitio
donde nos alejamos
sabiendo que al final
ninguno tiene una respuesta
y, los detalles,
con nombre de mujer
a ninguno de los dos
ya nos interesan...
Yo solo quiero de ti
ese abrazo olvidado
en la pelea
y terminar aquella copa
que dejamos a medias
en la barra de un bar
por culpa ya de nadie
cuando han pasado
al menos, quince años
tal vez alguno más
y en ese tiempo
de aparcada amistad
nos hemos vuelto viejos.
Carlos.
La foto, realizada por mí, es la calle Magdalena, arteria que desemboca en el AYUNTAMIENTO.
