TusTextos

Tú No, Cielo. Tú Eres una Entre un Millón.

Me levanto y tomo tu cabeza entre mis manos, y mientras te beso, te levanto, y acerco tu cuerpo al mío, hasta que parecen soldarse. Tan preciosa, la calle parece oscurecer a nuestros respectivos lados, y la autopista se borra, asemeja ser todo una especie de agujero negro infernal, lleno de miedos. Juego besando tu media sonrisa, y vamos a tu portal, donde el viento dejará de calar nuestros huesos.
Allí, en el intervalo con el primer piso, un simple hueco en un edificio que palpita cada mañana; simple horario de oficina. Allí te abrazo hasta los huesos, beso tu cuello, y noto como te estremeces entre mis brazos, nos va faltando el calor. Mis manos congeladas vagan sin rumbo fijo por tu espalda, contra la pared color crema, rugosa, de tu edificio. Tienes la piel de gallina y tiritas, subo tu camiseta despacio, hasta que tiemblas y te miro con miedo. Tus brazos me frenan, y la mirada se te congela. Junto nuestros cuerpos por completo y creo comprender la situación, ¿me querrá por fin?. Finalmente tus brazos ceden, y la camiseta cae al suelo, los Misfits tiemblan con el miedo, tratan de captar la atención de mi mirada, las letras rodeadas por una bonita tela negra, pero mi mirada se aleja de ella. Veo su cintura y acaricio sus formas, y de pronto, lo entiendo. Allí, bordeando sus costillas, los cortes que una vez rodearon su muñeca, allí escondidos, fruto de un intento de decirnos adiós, tal vez, o del rastro de la soledad en ciertas noches. Algo explora en mi interior, y todo se congela como la URSS antes de decidir colocar las bombas en Cuba, dentro de mi la Guerra Fria, y de pronto todo se derrumba y se reduce a mil pedazos. Rompo a llorar entre tus brazos, un cuerpo precioso, pero las marcas de una infancia corrompida, de un vacío abismal desde pequeña, esos pequeños cortes me nublan la vista. Tú no puedes hacerte daño. Tú no, preciosa, tú no. Pero me acercas a ti, y me quitas con delicadeza la camiseta blanca, y no te paras a observarme. En tus venas arde la desazón, de la mano del temor, y lo sabes, te queman en las venas. Y comienzas a quemar en las mías. Lo poco que queda tranquilo en mi te acaricia despacio, hasta que de reojo, te observo apoyada en tu hombro, levantar la cabeza y apretar la mandíbula, y te dejas llevar. La primera vez, aunque hayas mentido mil veces sobre tus inicios. Y por primera vez tambien, se te empapan las pupilas, y las lágrimas se realizan despacio por ambas mejillas, hasta que la mandíbula se destensa y abres la boca. Podrías devorar el universo.
Mientras te vistes lucho por frenar las lágrimas, y acabamos en aquel viejo bar, Caldereria, las primeras notas de One in a million rodean mis oídos, mientras tu me haces un hueco entre tu pecho y el hueco de tu brazo, y me besas el pelo. Y me pierdo contigo en mil melodías, y trato de sanar el daño que te has hecho a ti misma, empujo las cuchillas de afeitar, y trato de expresarte como puedo, con la mirada fija en la comisura de tus labios de medialuna, que eres exactamente eso, cielo, una entré un millón. Y que te adoro, que te voy a cuidar.
Scars04 de junio de 2011

2 Comentarios

  • Scars

    Sugerencias, comentarios, quejas, lo que sea. Gracias.

    04/06/11 01:06

  • Ailenwerning

    Buenisiiimo ! Genia ;)

    04/06/11 04:06

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