Y fue entonces, juston entonces, mientras sus labios pronunciaban la palabra adiós, cuando me di cuenta de lo mucho que la amaba.
Aún me sigo preguntando cómo una mujer puede ser tan hermosa. Será porque el amor es ciego y me ha cegado. Y mira que me prometí a mi mismo que esto no volvería a suceder.
Pero como dije una vez: el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; y no hay piedra más dulce que el amor, ni piedra más espinosa.
Schlange