Dónde estás, pequeña.
Te he buscado al estilo de Picasso, pero no te encontré trabajando.
Te he buscado al estilo Bíblico, pero soñando no halle solución.
¿Qué de hacer para encontrarte? ¿Matar o morir para volver a escribir?
Nada que me recuerde cómo se hace, esa chispa, ese ingenio, ese poder de ensueño, que llene mis dedos, mi alma y mi qwerty no de pedos, sino de algo fértil.
Un poco de eso, señores, de inspiración, y allí estaré, al pie del cañón. Tan solo me falta eso, tan abstracto que sólo en mí está, y en mí no lo encuentro.
Pues eso, que vuelvo a escribir, si me acuerdo de cómo encender mi corazón, para que lo que escriba sea bello y sincero. Y qué bonito será, si vuelvo a ser el de antes, el de antes...de todo aquello.