TusTextos

Correr

Me miras. Te miro. Nuestros dedos se tocan sutilmente. La duda de nuestras manos es el reflejo de nuestras inseguridades, arraigadas en el fondo de nuestro corazón. Mueves tu mano un par de centímetros, pero cuando llega al lugar donde se encontraba la mía, esta ya no está.
Una vez emprendida la huida no hay marcha atrás, y me alejo de ti desesperada por salvar mi corazón. Esta salvación duele más cada paso que me alejo de ti, y no cesa cuando me miro en el espejo pero no me veo.
Todos los días, me levanto con la esperanza de encontrarte y me hundo en una espiral de confusión. Presa de mi propia condena, tú sigues sin aparecer, y mi corazón sigue cayendo a trozos.
Pasan las estaciones y mi corazón por fin está libre de miedos, cuando el tuyo ya está compartido, aunque dejase unos trozos en el mío y le entre frío en invierno.



Sentimientosencontrados23 de junio de 2018

1 Recomendaciones

Más de Sentimientosencontrados

Chat