Ojitos color miel
donde andas desde hace un mes.
Te busco y te encuentro distante, lejano y ausente.
Tu mirada ya no es picara, risueña o soñadora.
Te he buscado desde hace días, pero tu mirada evade a la de estos ojos color uvita.
Ojitos que con una mirada endulzaban como la miel, todo lo que observaban.
Dime ojitos, ¿qué puedo hacer para regresarte el brillo intenso de tu mirada? Esa mirada que me conquista, me eleva y en ocasiones me mata.