Somo sureños salaos
con la estrella en el Norte,
de verde pintamo la nieve
y de blanco nuestros soles;
como el mar, de nosotro nos reimo,
de la sal de los Lorca, Cernuda... hemos nacío.
Mujeres que Julio Romero pintó en los balcones
sus ojos y labios fraguados en cálidos amores,
su belleza no se pue aguantá
el sol baña sus cuerpos,
sonríe la luna mientras pasean.
La melancolía, la bandera cuando nos vamo de nuestra tierra,
la llevamos grabá en el corazón, y en nuestra alma la pena
que canta con el quejío de nuestra esencia flamenca
entre taconeos de Esperanza,
palmas al viento entre las montañas,
y un revuelo de faldas al son de palmeros y guitarra
que tañen manos de artista en los patios de La Alhambra.
En los arcos de La Mezquita, el eco camina
¡somo andaluse!
Casi ná, nos decimos, con orgullo y alegría
pues cascabeles llevamos,
manantiales de grasia aunque la vida se vuelva sombría,
aunque el vaso se llene de pena...
Hermanos de sangre, hijos de la tierra,
jugamos con el lenguaje, mojamo en sonrisa al español y nos comemo palabritas
Si alguien nos reprime, saltamos bravíos a la arena
como toro enardecido que alienta nuestra fiesta.
Con pala y rastrillo conquistamo América, allí soltamos cadena
y nos volvimo, que ya echábamo de meno la tierra...
las dunas de arena, los olivares, la luz que fascina y enajena
los jazmines, los claveles, las chumberas e higueras.
Los naranjos alegran la aceras
el olor de Andalucia es el cielo imaginao
¡Salid pintores y poetas, ya amanesió!
Andalucía es tierra libre, de esperanza y de amor.
Dánae, me lo pasé genial poniendo a tu servicio mi energía. Un placer vernos juntos!
Besos de luna y sal