Por cada pensamiento surge una palabra
Que gota a gota desparrama la esencia del ser
Cambia sus motivos, elabora nuevos caminos
Pero siempre acompaña la música del ayer.
Escritas en paredes y en las manos de los niños
Buscan ser enigmas de cada rumor del viento
Guardadas en los libros que detienen el tiempo
Gritan lo que nadie animó al susurro decir.
Sobreviven en la misión de conceder poder al amor
Sabiendo que en ese concepto arman cadenas,
infinitas cadenas de significados y pasiones
que sólo buscan ecos en la mente y el corazón.
Rodean los momentos de soledad en preguntas
Que el azar sabe armar para encontrar la verdad
Sin prisa y sin razón se juntan con los momentos
Que rápido se mezclan con la compañía de la voz
Y así las palabras tienen su preciado lugar
Se acomodan, se quedan, para no volar jamás.