Entr en clase y muchas miradas
cayeron sobre m. Me lo mereca. Hasta Ins me miraba mal.
Me
sent sola y saqu un libro para hacer algo mientras no estuviera la
profesora. Will se me acerc y me salud.
- Te van a mirar mal
tambin a ti como me digas una palabra ms le advert.
- No
me importa lo ms mnimo. Todo esto es una estupidez, cuando dijiste que
no te gustaba aun no me conocas bien. No pueden - de repente Rosa se
puso a nuestro lado.
- Will, no hables con esa. Ven con
nosotros para atrs, ya vers como ests ms a gusto all.
- Yo
me quedo aqu, quieras o no quieras. Eres una desaprensiva, no puedes
quedarte quieta un momento y pensar que tal vez los dems si tiene
sentimientos? Si a m me gusta me sealo a mi es mi problema y no el
tuyo. Y si dijo que no le gustaba yo qu ms te da? Hay personas que
cambian de opinin cuando se conocen.
Me quede muda. Y Rosa
pareca una estatua de sal. Toda la clase lo haba odo. Nadie nunca le
haba dicho las cosas tan claro a ella.
Se oyeron unas
palmadas, eran de Ins. Yo me un a ella. Y ms gente tambin. Rosa se
puso roja como un tomate y pareca que iba a echar fuego. Daba miedo y
todo. La vbora consigui susurrar unas palabras de desprecio y luego se
march toda avergonzada a su sitio.
Las clases fueron normales
y ya nadie, menos Rosa, pensaba tan mal de m. A la salida, Will me
acompa hasta casa porque le quedaba de camino.
- Muchas
gracias, en serio le dije , me ahorraste varios das de marginacin
social.
- Bah, no es nada en comparacin con lo feliz que estoy
ahora.
- Mira que eres exagerado. Seguro que no soy la primera.
- Te equivocas. En todo, ya lo entenders.
Era muy
misterioso, demasiado.
Llegamos a mi portal y nos despedimos.
Al encender el mvil vi que tena varias llamadas de Hiela. Al llamarla
me respondieron una sarta de gritos inigualable. Por qu haba apagado
el mvil, no saba en que situacin me encontraba, no es fiesta todos
los das, y muchas ms cosas que no menciono porque sera latoso y
ridculo.
Despus de la regaina me indico donde nos
encontraramos en apenas diez minutos.
* * *
El sitio escogido por Hiela era extrao. Era un local
vaco con dos o tres ventanas con cortinas. Era bastante grande y muy
luminoso.
Luna y Hiela ya estaban all.
- Al fin me
reproch.
- Vers, es que este sitio esta en la otra punta de
la ciudad repliqu.
- Bueno, da lo mismo. Hoy tenis que
sacar vuestras piedras.
Lo cierto es que no tena ni idea de
cmo hacerlo, y como si Hiela me hubiera ledo la mente, nos lo explic.
Relajarnos, liberar la mente y pensar en nuestro elemento. Fcil de
decir, pero difcil de poner en prctica.
Primero lo intent
Luna. Se sent en el suelo, cerr los ojos y aspir aire.
De
la nada, surgi una luz cegadora y tuve que cerrar los ojos. Al abrirlos
vi a Luna con algo muy brillante en las manos.
- Lo conseguiste
susurr. Era un trozo de diamante con forma de estrella de ocho
puntas, como un asterisco.
- Ahora t, Sam me orden
Hiela.
- Vale, vale le dije mientras me sentaba en el suelo y
cerraba los ojos. Mente en blanco, he ah el problema. Con todo lo
ocurrido los ltimos das, cmo iba a relajar la mente y librarla de
todo sentimiento? Eran tantas cosas juntas Hiela, Luna, y sobretodo
Will. Cmo olvidarme de l, de su sonrisa, de sus besos?
Venga, concntrate Sam, pens. Si Luna pudo hacerlo con todo lo que
le ha ocurrido, tengo que ser capaz de hacerlo.
Me acab
relajando y dej fluir a mi mente. Como el agua. Lquida, fra, fluida,
relajante.
Entonces pas. Me consegu liberar de un gran peso
que haba estado atado a m desde siempre, pero que no deba estar ah.
Fui abriendo los ojos poco a poco hasta ver una piedra en
frente de m. LA cog con las dos manos y me sent libre. Observ mejor
la piedra. Tena forma de lgrima y en su interior haba dibujada una
luna en cuarto menguante. Era preciosa.
- Bien, bien dijo
Hiela rompiendo el silencio sepulcral que haba invadido el local -.
Ahora que tenis las piedras fuera de vosotras, podis manejar la luz y
el agua con total libertad. Por ejemplo, Luna. Intenta apagar la
lmpara. Slo tienes que quitar la luz, tal como suena.
- De
acuerdo fij su mirada en la lmpara y de repente nos quedamos a
oscuras. A los pocos segundos volvimos a ver.
- Bravo!
Exclam - Puedo probar yo?
- Claro, all hay dos botellas; haz
que exploten.
- Eh?
- Empuja el agua hacia fuera. El
plstico acabar cediendo.
Pens con fuerza en el agua que
haba en las botellas y en que saliese hacia fuera. Entonces, pum! Se
desparram por el suelo toda el agua.
- Muy bien a las dos. Por
hoy basta. Hasta maana, Sam.
- Ciao.
Llegu a casa en
seguida.
Despus de la cena, me llev una botella de agua a mi
habitacin y me dije que iba a dormir.
Abr la botella y pens
en que el agua saliera. Lo consegu y despus de eso, ya me pareca que
poda hacer de todo. El agua volaba por mi cuarto. Arriba, abajo; el
agua describa dibujos en el aire con tal de que yo lo pensara. Vaya
control que tena.
Cuando ya me iba a quedar dormida, hice que
el agua se volviera a meter en la botella. Impresionante, no se haba
perdido ni una gota.
Me dorm a los pocos minutos de meterme
en la cama ya estaba dormida.
?GENIAL!... (esperando por la siguiente) jjaja... bueno un beso wapa, chaosss