El burdel en llamas, las zorras huyendo y escurriendo aun.
La montaña caída, los enterrados y la lluvia quieta diluyendo los espíritus.
El borracho dormido, con el pantalón a media cadera y las moscas en el culo.
Nosotros en la cama, con las espaldas mudas y las manos bajo la almohada.
Tu historia y la mía, lo primitivo de los reclamos y la gravedad de tus mentiras.
Tu embarazo, las citas médicas y la incertidumbre.
Comer juntos, con tortillas casi frías y en espera del odio.
Tus amigos, mis enemigos.
Toda situación es un accidente; eres un error, lo soy también.