TusTextos

Toda Esa Oscuridad

Corren como si no los pudiesen alcanzar esos pájaros negros, juegan a la vida detrás de los muros de la vida. Funden sus rayos de luz en la plenitud de nuestras miradas para hacerse más pequeños cuando dejamos de mirarles, hasta quedar contenidos en nuestro iris. No sienten el frío de las primeras mañanas ni los impactos que la vida, en su quinta estación, enarbola bajo sus pies. Hielo pueden pisar en las noches más oscuras y en todas esas ocasiones aprenden el valor del último aliento, la más dura lección para que una existencia ruede rápidamente hacia algún lugar, terminando por ser aquella estrella que nunca miraremos. Himno se vuelven esos despertares que nos conducen al enigma de esa mirada escurridiza, la misma que no tiene cimientos pero es ligera como la plegaria de los amantes por volver a sentir su calor.

Corro tras de ti por el laberinto caduco que es la vida, mientras los destellos de tu sienes me guían entre calles de paja, entre suplicas silentes de volver a amar antes del impacto final. Bailábamos esa música que sale de tu pecho, no envejeciendo con el paso de los compases que completan el otoño. Suena esa música endiablada rebotando en los rincones de mis costillas, haciéndome creer completo y con briznas de libertad.

Caen acentos que oprimen la fiesta del amor, sonidos metálicos dispersos en tus cartas, oquedades que derrumban mis esperas. Y si existiese música que desnudase el ayer no podríamos inventarnos libremente.

Ya brillan esas gotas de oro en mis ojos, esas que me devuelven al mundo como es: para volver al acertijo que es el otro, para acabar por nacer otra vez fuera de esa oscuridad tan plena. Respiro, gracias a esa luz que no apagaste.
Solaris17 de noviembre de 2015

2 Recomendaciones

6 Comentarios

  • Abyssos

    Muy bien escrito, hay mucha armonía en tu forma de escribir, muchas metáforas.

    Saludos.

    18/11/15 06:11

  • Sandor

    José...cada vez que te leo me encuentro con la buena literatura..."Caen acentos que oprimen la fiesta del amor, sonidos metálicos dispersos en tus cartas, oquedades que derrumban mis esperas" (...)"Respiro, gracias a esa luz que no apagaste". Coincido con Abyssos, en cuantoa a la armonía, porque no hay nada que altere ese ritmo de palabras que conducen a una belleza total.
    Un abrazo
    Carlos
    Espero que no te vayas de aquí.

    18/11/15 10:11

  • Solaris

    Muchísimas gracias, Abyssos. por tu lectura y tu comentario. Que te haya trasmitido esa armonía el texto es importante, me da esa seguridad que a veces falta a la hora de presentarlo. Saludos

    18/11/15 04:11

  • Solaris

    Hola Carlos! sigue siendo esencial para mi tu opinión y no sabes como me alegra que resaltes tantas frases y que también tú percibas esa armonía. Es un texto que atravesó mi mente a mucha velocidad y aún no estaba seguro de que reflejase justo lo que me apuntas, es una verdadera satisfacción que así sea.

    No albergo ninguna intención de abandonar el barco, y sé ver muchas de las buenas razones que siguen abordo, para mi merece la pena compartir nuestra visión es este lugar que sigue teniendo su razón de ser.

    Un fuerte abrazo y gracias
    José

    18/11/15 04:11

  • Orzada

    Uff, Solaris.

    Tremendo.
    No lo olvidaré.

    22/11/15 08:11

  • Solaris

    Muchísimas gracias, Orzada, tu comentario me dice que conseguí dar salida al escrito. Saludos!

    22/11/15 11:11

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