Huele a calle. Mil pasos que pisa cualquier cosa. Los pies no se ocupan de los obstáculos. La noche se sincroniza con la nada y es turbia. Corretean. No importa lo que se dijo. Te tocas el rostro y un hilo de sangre te recuerda la oscuridad, el olor a sofá de viejo cuero, la morbosa mirada de un humano sosteniendo tus billetes. ¿ Haciendo dónde ir ? Dudo. Nada importa cuando todo es igual. Revientan los charcos los coches. Mojados tus zapatos hueles a esa misma esencia que el vómito te regala. Caminar, caminar, caminar...Jamás llegas a ningún punto. Alguien pasa y se ríe de ti. Es irónico sentirte un pedazo de carne que provoca risa. Te sientas. No contestas la llamada. ¿ Para qué ? Noche de noches. En la cresta de la ola te suspenden tus sentidos. Sigues ahí, donde estuviste sentado antes de perder uno poco de vida.