Ya No Te Quiero.
Se suele decir una gran verdad: No valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Pero tú a mí no me perdiste porque quise irme, sino porque me echaste de tu vida dándome un portazo en la cara y dejándome totalmente destruida. Dejé los días pasar esperando un mensaje, una llamada, una carta.. Para saber de ti, para ver si estabas arrepentido del fin a lo nuestro. Pero me llevé una gran desilusión al ver que las horas corrían en el reloj, los días se volvían noches y no sabía nada de ti. Al poco tiempo entendí todo lo que sucedió, el por qué de la noche a la mañana ya no te importaba. Tú no eras de los que te conformabas con sólo una chica, con los besos de unos mismos labios ni con las noches de pasión con el mismo cuerpo. Te gustaba ir de flor en flor. Las camelabas con unas bonitas palabras, un coqueteo pícaro y cuándo las conseguías, las dejabas sin pétalos y las rompías de raíz. No te importaban los sentimientos, ni las desilusiones, ni los corazones rotos. Sólo tu egoísmo y tú. ¿Acaso creías que el karma no te devolvería lo que has hecho? Estabas equivocado querido amigo. ¿De verdad pensabas que acostándote con muchas tías ibas a llenar tu vacío y dejar de sentir soledad? Quién se va sin ser echado, vuelve sin ser llamado. Y tú volviste a mí, cuál perro fardero. Como si no hubiera pasado nada, como si te fuera a perdonar y volviéramos a ser lo que éramos. ¡Qué equivocado estabas! Se te olvidaba un pequeño detalle que no tuviste en cuenta cuándo decidiste retomar el contacto contigo pretendiendo que nos diéramos otra oportunidad.. Ya te olvidé. Admito que no fue tarea fácil, que me costó muchos días de tristeza, muchas noches de insomnio y muchas madrugadas siendo un río de lágrimas. Pero después de mucho, lo conseguí. Y ahora, todo lo que siento por ti es lástima. No quieras volver a mi vida pretendiendo arreglar las cosas para luego dejarme con las manos vacías, los ojos llenos de lágrimas y el corazón roto. Las personas no somos juguetes, vete por dónde has venido.
