Estás cayendo en pedazos sobre mis hombros,
Resbalando como el agua caliente hasta mis pies
Conviertiéndome en el vapor que se impregna a tu piel
Y gota a gota voy saltando por todas tus pecas,
Condensándome a chispas en tus pestañas.
Que me estallan hielo en las pupilas
Y se eriza la piel.
Y se enredan los besos.
Escalan los dedos, modo araña.
Tímidos por la yugular.
y anidan golodrinas en el pelo.
Las cicatrices sangran,
pétalos de margarita, en blanco, suaves.
plumas del ángel que rapté del cielo
El mismo que capturó mi espacio-tiempo,
Hasta desarrollarme un tipo de síndrome de estocolmo extraño,
que se llama amor.
El cazador cazado,
del griego Acetón.
Aprendiz de Quirón.
Nuestro talón de Aquiles.