Te llamé pagué tu taxi para ver si venías
Influyente a tu cobardía que yo ya sabía.
Solo te probé.
Llora doña conciencia contigo encendía.
"que no se colara tu boca impaciente en mi mente dormía."
Todos tenemos nuestra cara y nuestra cruz.
Yo ya sé cual es tu cara
También sé cual es mi cruz.
Y sospecho que tengo la culpa de verme llorando,
llevándote a cuestas conmigo.
Sabiendo que hay un trozo de mi luna que nunca responde.
Tu otra cara.
Que jugaba a que creyera que otra vez podía.
La balanza del desequilibrio balanceando a mi pez payaso,
Yo envolviéndote en mi manto de agua cristalina,
Y tú ahogándote en un charco de burbujas
Yo tirándote jarros de agua fría.
Tú envolviendo tu cuello en tu propia soga.
Buscando que mis ojos chivatos, te miren a ti.
Y sean la prueba evidente que tengas de mí
Y sean la prueba evidente que uses contra mí.
Y ahora te pesa mi imagen grabada en tus huesos.
Y convulsiona el sentir cobarde.
Que por tu miedo yo hundí.
