Llegó el día más terrible que nunca imaginé. Cuando comencé a hablar apenas me salía la voz, estaba ahogada en lágrimas y tartamudeaba constantemente, difícilmente podía pensar con claridad lo que iba a decir. En cambio tú, me escuchabas atento y atónito. Lo hice a pesar del miedo y lo siento muchísimo, pero no voy a seguir con esta farsa, no voy a seguir aguantando tus rabietas de niño, tus mentiras y secretos. La verdad es que cuando te miré sentí como mi corazón decía que te perdonara, pero mi cabeza no decía lo mismo, y lo que más me dolió fue que tú tampoco hiciste nada para intentar que esto no sucediera. Ya sabía yo, que la relación era solo de dos, pero una tercera persona, es la que hizo que esto que mi corazón se despedazara en mil pedazos. Perdóname pero llegó el momento de zanjar esto, de poner un punto y final a nuestra historia.